El hombre que se condena a sí mismo no se puede amar y no puede amar a nadie. Y el hombre que se condena a sí mismo, condena a toda la existencia....
El mundo está lleno de esos condenadores, ellos han envenenado a todos. Y lo primero que un maestro tiene que hacer con el discípulo es sacar todo este veneno de su ser. El mayor problema es hacerte respetuoso de tí mismo, hacerte consciente de que eres precioso, que eres imcomparable, de que tienes un gran potencial, que en tí un Buda está oculto, que en tí hay una semilla de Buda...
Osho, Unión Mística.
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