Envejecer no tiene ningún valor, todos los animales lo hacen, no requiere inteligencia. Crecer es una experiencia totalmente diferente. Envejecer es horizontal, crecer es vertical, te lleva a lo alto, te lleva a lo profundo. Y aunque te parezca muy extraño, te sorprenderá saber que el tiempo es horizontal. Pasa un momento, viene otro momento, otro momento, otro momento... en una línea, una línea horizontal.
El tiempo es horizontal y la mente también es horizontal. Un pensamiento es seguido por otro pensamiento, y otro pensamiento, y otro pensamiento... pero en una línea, en una hilera, una procesión, o solamente un tráfico, pero va horizontal.
El tiempo es horizontal y la mente también es horizontal. Un pensamiento es seguido por otro pensamiento, y otro pensamiento, y otro pensamiento... pero en una línea, en una hilera, una procesión, o solamente un tráfico, pero va horizontal.
La meditación es vertical, es un ir más allá de la mente y más allá del tiempo. Y tal vez, al final encuentres que tiempo y mente son equivalentes, dos nombres para el mismo fenómeno: la procesión horizontal de pensamientos, de momentos. La meditación es detener tanto al tiempo como a la mente, y repentinamente comienzas a elevarte en la eternidad. La eternidad no es parte del tiempo, la eternidad no es un pensamiento: es una experiencia.
OSHO Libros Naranja Ediciones Luz de Luna
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