Por lo tanto el camello tiene que cambiar en un hermoso león, listo para morir pero no para ser esclavizado. No puedes hacer del león una bestia de carga. Un león tiene una dignidad que ningún otro animal puede reclamar; no tiene tesoros ni reinos; su dignidad está en su estilo de ser: intrépido, sin temor a lo desconocido, listo para decir que no aun a riesgo de morir.
Esta prontitud para decir no, esta rebeldía, lo limpia de toda la suciedad que ha dejado el camello, todos los trazos y las huellas que el camello ha dejado.
Y solamente después del león, después del Gran No....el Sí sagrado de un niño es posible.
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